Como el Bambú: agosto 2012

El cuerpo humano posee innumerables circuitos energéticos por donde circula aquella energía necesaria para la vida. Si por algún motivo los circuitos dejan de recibir energía, entonces la aparte afectada, sino todo el cuerpo, se detienen, mueren.

Saludos cordiales.

Un vehículo apagado aunque tenga motor, carrocería, instrumentos electrónicos, acabados de cuero, lujosos neumáticos, si no está prendido, es inservible, está muerto. Pero, si en un momento dado el conductor acciona el interruptor del auto y lo enciende, por éste empieza a circular energía eléctrica que pasa por sus circuitos causando explosiones internas que mueven la pesada maquinaria, volviéndolo útil y práctico, dándole vida.

El cuerpo humano posee innumerables circuitos energéticos por donde circula aquella energía necesaria para la vida. Si por algún motivo los circuitos dejan de recibir energía, entonces la parte afectada, sino todo el cuerpo, se detienen, mueren.

Aquello que impide el normal flujo de energía en el cuerpo y sus partes se conoce como Interrupciones Energéticas.

Son verdaderos interruptores, sellos herméticos, cortes, llaves de paso, válvulas check, que actúan evitando que la corriente energética llegue al órgano, miembro, segmento, sistema o a la totalidad del cuerpo.

Pueden ser colocados por la Ley Divina a través del “vigilante kármico personal” o por el Maestro Interno encargado de los funcionalismos energéticos.

La Ley Divina los coloca, cuando por deuda kármica, el individuo ha de padecer tal o cual enfermedad. En éste caso el sanador debe preguntar al Señor de la Justicia Cósmica, si es admisible tal liberación. Puede serlo o no serlo. Si el permiso es concedido, se actúa. Caso contrario hay que retirarse para evitar aumentar el karma personal.

Si las interrupciones energéticas son colocadas por el Maestro Interno personal, éstas pueden deberse a fugas energéticas, daños de circuitos, presencia de energías dañinas (bloqueos, agujeros energéticos, parásitos energéticos, aberturas etéricas; generalmente intencionadas desde fuera del individuo).

Antes de proceder a eliminar dichas interrupciones, se debe investigar la causa, reparar los daños, crear nuevos circuitos, reforzar conductos, eliminar energías dañinas.

Algunas veces las energías dañinas producen taponamientos en los circuitos. No deben confundirse éstas con las interrupciones energéticas. Simplemente se procede a eliminar el o los taponamientos.

Cuando se han colocado interrupciones energéticas, lo primero que ocurre es la inflamación del sistema circulatorio en el lugar, lo que ocasiona molestia y la inflamación del órgano, parte, nervio, etc.

Muchas de las veces son confundidas dichas inflamaciones con tumores y mal formaciones. Son distintas.

Esto es un proceso inmediato o mediato, según la cantidad de interrupciones o según la jerarquía del circuito interrumpido.

Pueden pasar varios años hasta sentir la molestia, pero cuando se presenta, la enfermedad muy posiblemente ha corrompido en mucho al elemento corporal.

Generalmente los síntomas de presencia de interrupciones energéticas se manifiestan como dolor de frío, en el caso de partes corporales externas; inadecuado o nulo funcionamiento en el caso de partes internas; y han sido todos ellos, los síntomas, en muchos de los casos, completamente descartados como parte de enfermedades conocidas por la medicina alópata.

Ejemplos de interrupciones energéticas en:

El corazón…dolor del pecho, falta de aire, posible trombosis por inflamación de arterias o venas.
El sistema digestivo…ardor, mala digestión, gases, molestia, dolor, inflamación de estómago o intestinos.
En las extremidades…sensación de frío y dolor, falta de fuerza, pérdida de masa muscular, apariencia de piel seca, neuralgia como de “vena movida”
En las encías…sangrado constante, mal olor, dolor agudo.
En los nervios…molestia y dolor constante, neuralgias y neuralgia del trigémino.
En los oídos…chillido continuo, falta de agudeza, dolor.
En el sistema circulatorio…frío, falta de fuerza, debilidad; puede causar problemas cardíacos.
En la cabeza…dolor o migraña, incomodidad en la nuca como cuando se toma líquidos helados, incomodidad para reposar.
En los ojos…nubosidad, enrojecimiento, falta de visión, dolor de órbitas, cansancio constante, ardor, molestia al mirar el exterior, párpados constantemente entreabiertos.
En cornetes…resequedad, inflamación, taponamiento, sensación de cuerpos extraños en las fosas nasales, ardor.
En senos paranasales…falta de fuerza en la respiración, dolor, molestia de nariz tapada.
En el cabello o barbas…falta de brillo, erizamiento, falta de docilidad.
En el pene…recogimiento constante, falta de fuerza, pérdida del ansia sexual, debilidad en piernas, falta de ánimo.
En los ovarios...dolor, angustia, posible diagnóstico alópata de tumor.
En los pies…dolor, resequedad que se confunde con micosis, mal olor, ardor, hinchazón, necesidad de introducir los pies en agua, inflamación de tobillos, falta de fuerza.
En los huesos…dolor intenso e interior, degradación de la consistencia, fragilidad.
En el sistema motriz…parálisis parciales, por sectores o totales.
En el cerebro y cerebelo…dolor, incapacidad intelectual, falta de entendimiento, incapacidad de reflexión y abstracción, inconsistencias, convulsiones, parálisis.

Luego de que el sanador pránico experimentado ha descubierto las causas y si estas son interrupciones energéticas, con el permiso pertinente, si es necesario, procede a eliminarlas comprobando que el flujo energético sea restablecido.

La energía para hacerlo depende del tipo de interrupción. Puede ser pura, blanquecina, oscura o combinada.

Las técnicas de Sanación Pránica deben aplicarse en limpieza, energización y estabilización siempre rigiéndose estrictamente a las enseñanzas de Gran Master Choa Kok Sui.

Las curaciones son sorprendentes.

Lo dicho es producto de mi propia investigación en lo expuesto.

Atentamente

Erick Bojorque

En la pobreza siempre existe el “querer ser”, “el querer lograr”.

Saludos cordiales.

Tema interesante la pobreza.

Es lo distinto de riqueza, de abundancia…la pobreza.

Claro, siempre existirá un grado de ella, aunque se tengan millones de buenos momentos.

La pobreza es un estado de conciencia que tiene que ver con el apego.

Apego a la deuda, apego al crédito, apego a la esperanza.

Para el yo pobre siempre existirá un faltante.

¡Es pobre en su lugar de residencia… mejor ir a la ciudad!

¡Es pobre en su hogar...mejor mudarse al edificio!

¡Es pobre en su trabajo…mejor endeudarse!

Definir la pobreza es definir la necesidad, el más, lo añorado.

En la pobreza siempre existe el “querer ser”, “el querer lograr”.

No existe satisfacción con lo que se es.

La esperanza es la religión de la pobreza.

Nunca es suficiente, nunca es lo adecuado, nunca lo mío… ¡La esperanza traerá aquello! Dice el yo pobre.

Para el yo pobre su condición no es la óptima y su reclamo no es indiferente, por todos los medios “ha de ser león, aunque sea gato”.

La solución está en dignificar el pensamiento.

Síntoma ineludible de pobreza es la carestía. Carestía de valores, de respeto, de solidaridad, de limpieza, de disciplina, de… ¿dinero? ¡No, de dinero…no! Hasta los grandes potentados tienen escasez muchas de las veces.

La pobreza está en el nivel de Ser.

Cuando el yo de la pobreza es observado, se deja de añorar.

Cuando el yo de la pobreza es observado, se descubre el apego a la deuda, al crédito.

Cuando el yo de la pobreza es observado, se encuentra el apego al merecimiento.

Dejar el yo pobre, es dejar el apego, es lograr la moderación.

Práctica:

Gracias Madre Divina por eliminar de mi corazón el yo de la pobreza, el apego a la deuda. Gracias mi Señor El Cristo por derramar en mi corazón, la moderación y el desapego.

Atentamente

Erick Bojorque