Y ahora...¿qué hago?
Y ahora...¿estoy solo?
Y ahora...¿No puedo mas?
Los problemas se enredan.
Los problemas se complican.
Los problemas se multiplican.
El dolor es insostenible.
La vida es oscura y tenebrosa.
Los enemigos hacen presa de mi.
Saludos cordiales.
Nuestros enemigos...nuestros mismos defectos.
Nuestros enemigos...nuestras mismas debilidades.
Nuestros enemigos...nuestras mismas injusticias....que atraen los problemas que enfrentamos sin solución.
¿Quién podrá salvarnos de ellos?
El Rey David en Salmos 44:4 tiene respuesta para ello:
Sólo Tú eres mi Rey y mi Dios....
Por Ti derrotamos a nuestros enemigos; en Tu nombre aplastamos a nuestros agresores.
Yo no confío en mi arco, ni puede mi espada darme la victoria;
Tú nos das la victoria sobre nuestros enemigos, y dejas en vergüenza a nuestros adversarios.
¡Por siempre nos gloriaremos en Dios!
¡Por siempre alabaremos Tu nombre!
Sobre nuestros enemigos...la confianza en Dios.
Sobre nuestros problemas...la confianza en Dios.
Sobre nuestros temores...la confianza en Dios.
Es claro lo que escribe el salmista.
Confiar en nuestras capacidades, es perder el tiempo y la fe.
Confiar en nuestro criterio, es perder la cabeza.
Confiar en nuestra voluntad, es desanimarse.
Solo confiar en Dios.
Cantar que Él es nuestro Rey...Nuestro Todopoderoso Jehová de los Ejércitos.
La salida sin salida, está ahí y se presentará.
Práctica:
Respiramos profundamente.
Al exhalar sonreímos y damos gracias por cualquier cosa que consideremos un regalo a nuestro favor.
Repetimos mentalmente "Solo en Ti, mi Rey, mi Dios Todopoderoso Jehová, solo en Ti confío"
Atentamente
Erick Bojorque
En esos momentos lo mejor es no-hacer y encontrase :)
ResponderEliminarsaludos
Saludos cordiales.
ResponderEliminarAlma.
Muchas gracias por tus amables palabras.
"Yo no confío en mi arco, ni puede mi espada darme la victoria"
Atentamente
Erick Bojorque