sábado, 17 de agosto de 2013

LA MEDIA NARANJA

La media naranja es un mito, un invento del yo de la lujuria para no terminar de buscar pareja.









Saludos cordiales.

La gente busca su media naranja.
La señorita triste llora por que algún día tendrá su príncipe azul, su media naranja.
El apasionado caballero quiere encontrar su media naranja y no se cansa de buscarla entre sus congéneres femeninos.
La media naranja es un mito, ya que nadie la encuentra.
Unos dicen que la han encontrado, pero en la resignación de la alcoba, saben que es agria y dolorosa.
Otros dicen que deben buscarla, hasta incitan a sus conocidos, seguidores, discípulos a esforzarse por ella.

FALSO...nada más falso.

La historia de la media naranja, surgió del conocimiento platónico de la existencia de los andróginos ancestrales que fueron separados por la divinidad.
Esta historia está fundamentada también en el Génesis bíblico en donde claramente se lee que Jehová Dios, dijo a la raza Adánica que se reprodujera y poblara la tierra y luego, mucho después creo a Eva y les conmino a no comer del fruto prohibido.

La divulgación de una cultura de seres unidos ha trascendido el tiempo pero ha sido tergiversada.
Ahora las personas buscan una mitad supuesta para lograr su reconciliación, como el agua al hierro o la noche al sol, sin darse cuenta que esa tarea es interminable, agotadora, frustrante y poco redituada, ya que el fin de aquella no tiene actores.

Pero, de dónde viene el ansia interior de la humanidad de unirse, de completarse.

Samael Aun Weor en varias de sus obras, entre las que destacan Antropología Gnóstica y el Matrimonio Perfecto, explica que dicho anhelo proviene del evento de materialización humana tridimensional que separó el alma divina del alma humana, para que este lograra la perfección, la autorrealización en su trabajo de auto conciencia.

Cuando un alma busca su complemento, en realidad no está buscando una persona tal, está buscándose a sí misma, a su alma divina.
Esa es la media naranja.

La confusión engendra pasión, lujuria y enmascara la búsqueda con el libertinaje.

Comprender que la media naranja física, aquella persona perfecta no existe, es radical.
Comprender que la vida marital en sí no es más que una unión de caminantes es importante.
Comprender que buscar y buscar es una tarea de locos es revolucionario.

La búsqueda física termina ahora...!

Somos personas, que tenemos la oportunidad de hacer convivencia marital para el bien o para el mal.

Para el bien, si despertamos conciencia, trabajamos en la alquimia sexual creando cuerpos internos y logrando en sí el Matrimonio Perfecto, cuando el alma humana se une al alma divina en maravillosa unión, encontrando así aquella MITAD VERDADERA, aquella mitad de dicha que no es de otros, ni se descompone con la relación y que se constituye en la mitad perdida y tan anhelada.

Esto se lo puede hacer CON CUALQUIER PERSONA DE BUENA VOLUNTAD que quiera emprender el camino de la madurez y la responsabilidad, en la gracia de Dios.

Si vamos por el mundo penando por una media naranja que no existe, seremos como el viento del desierto, que solo recoge polvo a su paso.

Mejor...hacer esa media naranja...!



Atentamente
Erick Bojorque Pazmiño.









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