La lucha de los opuestos existe.
Una fuerza es contraria a otra.
Un sentimiento tiene su contraparte.
Un pensamiento su juicio.
El dolor y el sufrimiento son estados faltos de conciencia.
La persona piensa que va mal, cuando en realidad está bien.
Otra, piensa que va bien cuando está mal completamente.
Los opuestos existen.
Pero, en ellos mismos se encuentra la clave para superarlos.
Sentimentalismos, espejismos de realidad, no ayudan al proceso de superación.
Auto compasiones, tampoco.
Aprender a observar lo que sucede es lo importante.
Si una escena se repite en nuestra vida, hay que someterla a observación. Divisar los opuestos.
En el dolor que ella me produce está la salida.
Si el evento me causa angustia que es producto del miedo, la observación, comprensión y posterior eliminación de tal agregado psicológico, nos liberará.
Muerto el defecto, muerto el karma, muerta la situación.
Si en nosotros deja de existir el alcoholismo, también deja de existir todos los problemas relacionados con él...pero, fíjese....no es que deja de existir el alcohol, el licor, sino ya no existe en nosotros aquello que nos fija a tal materia con todas sus alegorías.
Cuando en la vida todo va mal, tal vez va muy bien.
Cuando se observa se ve aquello que es invisible, aquello que es obvio.
Cuando descubre lo obvio, todo cambia.
Luchar contra la vida, con el eslogan me va bien me va mal, es perder el tiempo.
No luche...solo observe...!
Atentamente
Erick Bojorque Pazmiño.
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