jueves, 1 de julio de 2010

Sembrando la Semilla Adecuada.

Con alegría.


Saludos cordiales.

Realmente siento mucha alegría y satisfacción al expresar unas palabras en cuanto a este tema tan significativo.
Una persona del mundo moderno, completamente educada, tiene diferentes tipos de mente.
Lo mas natural es que aparezcan a destiempos y según la necesidad.
Está la mente de instructor, de abogado, de chef, de artista, de creativo, de pintor, de teatrista, de albañil, de expositor, de comentarista, de calculista, de deportista, etc, etc, etc., todas reunidas aportando ideas en el momento adecuado para su señor, el Ser Interior.
Aquello es necesario para debatirse en el devenir tridimensional, en la vida diaria.
La mente a nuestro servicio.
Prescindir de la mente es quedarse sin manos.
Buscar solamente lo espiritual nos deja desnudos en el mundo.

Ser espiritual es indispensable.
Ser práctico, innegable.
Lo interesante es mantener el equilibrio.
Un ser eminentemente espiritual, vivirá en las nubes.
Un hombre eminentemente material, un animal.

La nueva moda es el manejo de los pensamientos.
Convertir pensamientos negativos en positivos augura éxito, abundancia, riqueza, amor.
"El secreto" lo llaman.
Resulta a todas luces verdadero...pero no es del todo cierto.

¡Para cosechar hay que sembrar!
No se podría obtener fréjol de un campo, si primero no se ha esparcido la semilla.
No se podría obtener grandes beneficios, si primero no se han creado las circunstancias.
El terreno puede ser muy fértil. Los pensamientos pueden ser sublimes. Pero si no hay siembra, no hay cosecha.
Nuestra mente puede ser muy docta, pero si no existe "fondos positivos" en nuestro karma, no habrá cosecha.

Lo que quieras...¡SIEMBRALO!

Si quieres paz, siembra tolerancia.
Si quieres dinero, debes diezmar y ofrendar.
Si quieres sabiduría, siembra auto conocimiento.
Si quieres perdón, siembra reconciliación.
Si quieres éxito, permite que otros lo obtengan.
Si quieres trabajo, crea oportunidades para el prójimo.
Si quieres conocimiento, se generoso con lo que sabes.
Si quieres amor, decídete a amar.
Si quieres alegría, aprecia el triunfo de los demás.

Pero recuerda...¡Con la vara que mides, serás medido!
Estamos llamados a gozar de la creación de Dios.
¿Por qué no hacerlo?

Atentamente
Erick Bojorque

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