Pongo en consideración vuestra ésta interesante "comunicación" de la Escuela Gnóstica.
El Arte de la Observación
El discípulo llegó hasta el maestro y le dijo:
- Guruji, por favor, te ruego que me impartas una instrucción para aproximarme a la verdad. Tal vez tú dispongas de alguna enseñanza secreta.
Después de mirarle unos instantes, el maestro declaró:
- El gran secreto está en la observación. Nada escapa a una mente observadora y perceptiva. Ella misma se convierte en la enseñanza.
- ¿Qué me aconsejas hacer?
- Observa -dijo el gurú-. Siéntate en la playa, a la orilla del mar, y observa cómo el sol se refleja en sus aguas. Permanece observando tanto tiempo como te sea necesario, tanto tiempo como te exija la apertura de tu comprensión.
Durante días, el discípulo se mantuvo en completa observación, sentado a la orilla del mar. Observó el sol reflejándose sobre las aguas del océano, unas veces tranquilas, otras encrespadas. Observó las leves ondulaciones de sus aguas cuando la mar estaba en calma y las olas gigantescas cuando llegaba la tempestad. Observó y observó, atento y ecuánime, meditativo y alerta. Y así, paulatinamente, se fue desarrollando su comprensión.
Su mente comenzó a modificarse y su consciencia a hallar otro modo mucho más rico de percibir.
El discípulo, muy agradecido, regresó junto al maestro.
El discípulo, muy agradecido, regresó junto al maestro.
- ¿Has comprendido a través de la observación? -preguntó el maestro.
- Sí -repuso satisfecho el discípulo-. Llevaba años efectuando los ritos, asistiendo a las ceremonias más sagradas, leyendo las escrituras, pero no había comprendido. Unos días de observación me han hecho comprender.
El sol es nuestro ser interior, siempre brillante, autoluminoso, inafectado. Las aguas no le mojan y las olas no le alcanzan; es ajeno a la calma y la tempestad aparentes.
Siempre permanece, inalterable, en sí mismo.
Ésa es una enseñanza sublime -declaró el gurú-, la enseñanza que se desprende del arte de la observación.
Ésa es una enseñanza sublime -declaró el gurú-, la enseñanza que se desprende del arte de la observación.
Todos los grandes descubrimientos se han derivado de la observación diligente.
No hay mayor descubrimiento que el del Ser.
"El Ser y el Saber deben equilibrarse mutuamente a fin de establecer en nuestra psiquis la llamarada de la comprensión."
(Samael Aun Weor. La Gran Rebelión)
JACINTO CABRITA
¡¿Que pasaría si la observación la lleváramos hacia nuestro interior?!
Atentamente
Erick Bojorque
Saludos Erick
ResponderEliminarNo podemos buscar fuera aquello que no tenemos dentro.
Y el exterior es un reflejo de nuestro interior
Atentamente
Mariam
Hola Erik!
ResponderEliminarMaravillosa observación, un placer leerte como siempre.
Gracias por compartir.
Luz y Amor, Flor Azul
El sol interno es el centro inmutable
ResponderEliminarSaludos
Saludos cordiales.
ResponderEliminarMariam.
Bienvenida.
Muy amable y profundo tu comentario.
Atentamente
Erick
Saludos cordiales.
ResponderEliminarAlma.
Muchas gracias esas intensas palabras.
Atentamente
Erick
Saludos cordiales.
ResponderEliminarFlor Azul.
Gracias por esas maravillosas palabras.
Atentamente
Erick