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domingo, 21 de abril de 2013

ASEGURAR EL FUTURO..!


Al hablar de futuro, se habla de un supuesto.
Al hablar de futuro se habla de algo que no existe.
Al hablar de futuro, se especula.
Nadie sabe qué pasará en los días venideros.
Lo más que se puede esperar es que sea como el presente de personas que tienen mayor edad.






Entonces el yo psicológico dice:
“Yo no quiero padecer la vejez como la de fulanito”
“Yo quiero tener un buen fondo económico como menganito y ser feliz”
Claro la miopía intelectual no puede menos que suponer que aquellos que juzgan, tal vez no viven como la apariencia da a pensar, pero igual el yo psicológico se hace ilusiones.

Lo cierto es que se esmera la ambición en tener varios trabajos y un mejor ingreso para un mejor mañana.
Lo cierto es que la codicia se afana en educarse para lograr el tan anhelado fondo económico, lograr un mejor sueldo, una mejor jubilación.
Lo cierto es que la avaricia es tacaña hasta consigo misma para aumentar sus ahorros.
Lo cierto es que la inseguridad busca el mejor seguro de vida.

La realidad ha demostrado que a pesar de tener mucho, una enfermedad imprevista, acaba con todo.
La realidad ha demostrado que a pesar de educarse mucho, el empleo de ensueño no llega.
La realidad ha demostrado que a pesar de tener el mejor seguro una firma incorrecta da al traste con tanta inversión.

Mientras tanto y a lo mejor, aquel desamparado fulanito que la ambición desmedida tildo de pobre, porque claro está no existe tal condición humana sino para la ambición, termina sus días regocijado entre sus seres queridos y con grandes distinciones de una labor hecha con amor y derecho.

Puede ser como no puede ser. Recordemos que estamos hablando del futuro y por tanto especulamos.
Entonces en donde radica la certeza de mejores momentos.

No decimos mejores días, ni mejor futuro, ni mejor mañana, porque nos enredaríamos en la misma visión utópica del profano incauto que piensa que puede labrarse un horizonte mejor, desestimando la propia perfección del mismo momento en el que vive al pensar  tal desfachatez.

No.

Mejores momentos….mejores momentos…!

En virtud de aquello, claramente podemos establecer que los mejores momentos son los que hemos vivido en consonancia con los eventos exteriores como bien establece Samael Aun Weor en su libro de Psicología Revolucionaria. Es claro y diáfano.

Para lograrlo estuvimos en pleno uso de nuestra conciencia y no permitimos que los yoes psicológicos se adueñaran de tales circunstancias.

He ahí la solución.
El trabajo sobre sí mismo.

Conocerse y transformarnos es la maravillosa clave para que la vida nos sonría definitivamente.
Si muere en nosotros la ira, momentos de serenidad y tolerancia para nosotros a partir de ese instante.
Si muere la ambición, momentos de abundancia y virtud para nosotros.
Si muere el yo, momentos de conciencia y verdad y por lo mismo de plenitud en nuestros actos del diario vivir.

Esa sensación exquisita de ser otro vale la pena y se convierte en efecto transformador de sí y de la colectividad recurrente.
La conciencia no se enferma, no se corroe, no se marchita y siempre será nuestra mayor alegría.

Atentamente
Erick Bojorque

sábado, 20 de abril de 2013

LA GRAN FARSA.

Buscar a Dios...!
Encontrar un sendero...!
Pensar positivamente...!
Enforcarse en lo que deseas...!
Esperanzarse en el creador...!
Explicar la vida y sus manifestaciones...!
 
Son farsas...grandes farsas.
 





Saludos cordiales.

El mundo quiere alejarse de Dios.
El mundo quiere engañar incautos.
El mundo quiere dar falsas esperanzas.

He encontrado el sendero...dice la inseguridad.
Estoy esperanzado en Dios...dice la rebeldía.
Yo pienso lo mejor para atraer lo que quiero...dice la codicia.
Busco a Dios...dice el abandono.

Mil excusas tiene el yo psicológico para satisfacer sus ansias.
Pero, cuando nada de lo que desea sucede o cuando lo consigue y la amargura lo desola, entonces el desengaño, entonces el reclamo, entonces el culpable es Dios.

Los libritos de recetas espirituales abundan.
Los métodos de "obtención" también.
¿Quién responde por ellos?
Solo engañan.

La perfección está en todas partes.
La vida y su manifestación desdicen con lo que leemos o nos dicen.
Lo hermoso se desenvuelve al lado nuestro.

Observar y callar permite divisar lo que ES.
El ansia, el anhelo, la esperanza, el deseo, solo lo ocultan.

Observar y descubrir el equilibrio, el milagro, es hermoso.
Penetrar aquello maravilloso.

Saber que debe existir un horizonte humano de vida, es lo inicial. Un proyecto, un objetivo, una meta.
Saber que la materilización de ello depende de la divinidad, es lo indispensable.
Saber que todo es perfecto y muy lejano de lo bueno y lo malo es la ACEPTACION.

Aceptar...!
Aceptar...!
Aceptar...!

OBSERVAR....!


Atentamente
Erick Bojorque

La Fé.

Es la certeza de Ser.





Saludos cordiales.

La gente queremos fé.
La gente buscamos fé.
La gente no sabemos de fé.

Fé ciega...dicen.
Fé del carbonero...desdicen.
Fé de pastor...envidian.

Todos están por la fé.
Nadie por tomarla.

Todos la esperamos, a la fé
Nadie gustamos de vivirla.

Todos nos lamentamos de no asimilarla.
Nadie la siente suya.

Pero, cuando la necesidad aparece, entonces la fé al alcance se manifiesta.
No hace falta estudiar la fé.
No hace falta rogarla.
Es cuestión de dar el paso.
Es cuestión de acción.

Si no se genera la necesidad, entonces ¿cómo alcanzar fé?
Si no hacemos algo, entonces ¿cómo vivir la fé?
Si no se presenta la situación, entonces ¿para qué la fé?

Importante...no?

Es como un llamado, un transductor, una herramienta de comunicación, la fé.
Es una conexión maravillosa con Dios, la plenitud.

Para mover montañas se requiere fé.
Pero..primero debo querer mover la montaña.

Atreverse a hacerlo es vivir.
Atreverse a dar un salto es manifestarla.
Atreverse es llamarla.

¿Quiere fé?:

GENERE LA NECESIDAD...!
VIVA...!


Atentamente
Erick Bojorque

domingo, 14 de abril de 2013

Dejar de Buscar a Dios...!


Llamarse buscador es osado…
Llamarse amador de la verdad es arrogante…
Llamarse a encontrar a Dios es decepcionante…







Saludos cordiales.

¿Qué quiere para mí?
¿Dónde está?
¿Muéstrame tu presencia?
¿Quiero encontrarte?
¿Cuál es tu intención conmigo?
¿Qué quieres para mí…?

Preguntas que latigan el corazón del sufrido amador de Dios.
Latigazos que encierran duda y desesperación.
Arrogancia en todo el sentido de la palabra.

¿Quién busca?
¿Quién quiere respuestas?
¿Quién se empecina en encontrar lo que existe?

Solamente el yo psicológico con sus argucias reclamaría pruebas al creador…
Solamente el yo psicológico pediría la presencia divina…
Solamente el yo psicológico desgarraría sus vestiduras para saber lo que Dios quiere para si.

No existen respuestas porque no son las preguntas.
No existe respuesta a algo que está en todo.
No existe respuesta a la perfección de cada instante, de cada momento.

El yo se empecina en la maldad y en el bien.
El yo quiere las cosas a su modo a su despecho.
El yo quiere que la divinidad le diga que es importante.

Pues, no lo es.

Buscar a Dios, pedirle respuestas es arrogancia.
En la búsqueda hay conflicto.
En el conflicto, dolor.

Diferente es la serenidad del momento.
Distinto es la aceptación.
Diametral es observar.

Observar la gracia de Dios es gustar de la vida.
Observar la gracia de Dios es encontrar lo perfecto.
Observar la gracia de Dios es penetrar los secretos.

Aferrarse al yo psicológico no conduce sino al grito desesperado del sufrimiento, de la tacha, de la inconformidad, de la discriminación, de la decepción.

Aceptación es el principio.
Dios es todo y todos es lo siguiente.
La perfección de cada acto lo posterior.

Pregúntese…: ¿Quién busca a Dios y pide respuestas?


Atentamente
Erick Bojorque Pazmiño

sábado, 13 de abril de 2013

BLOQUEOS EMOCIONALES


Verdaderos diques energéticos…los bloqueos emocionales.





Saludos cordiales.

Una palabra de rechazo…
Un acto soez…
Un recuerdo debilitante…
Una situación de mucha identificación…provocan los bloqueos emocionales.

Un bloqueo emocional es la incapacidad de la persona para hacer conciencia en una situación tal.
Dicha incapacidad es el producto de la identificación psicológica.
Identificación repetitiva cada más incomprensible.

El detonante, la gota que llena el vaso, la enfermedad en sí, se da cuando el cuerpo físico no resiste más.
Entonces no existe medicina que pueda con los dolores, la fiebre, la insensibilidad, la picazón, las neuralgias, el entumecimiento, la rigidez, los calambres, la parálisis.

La persona ve como su cuerpo se deteriora paulatinamente y en casos extremos de forma inmediata.
Las  visitas a los terapeutas no solo que no funcionan sino que agravan el problema con efectos colaterales y sensaciones de duda e inestabilidad.

El tiempo no ayuda. Las vacaciones tampoco.

Cuando el ser humano se identifica, es decir no asimila en conciencia un evento incomprensible, como la soledad, el abandono, la muerte, el abuso, la debilidad, la presión, entonces las emociones por efectos energéticos, congestionan los circuitos energéticos vinculados con tales sentimientos, ocasionando que el cuerpo y su Maestro Interno generen “interrupciones energéticas”.

Estas interrupciones impiden el paso de energía sucia para “salvar” los órganos vitales o los miembros produciendo un proceso similar a la “muerte”

Esto produce dolor, inflamación y poco a poco la pérdida total o parcial de las facultades de la parte afectada.

Un efecto “natural” de defensa energética se vuelve en contra de sí.

La solución es sencilla ya que fueron creados energeticamente y por nosotros mismos.
Frente a una enfermedad energética, sanación energética.

Frente a sí mismos los causantes, sí mismos la alternativa.

Para eso, aparte de nuestro propio trabajo,  podemos recurrir a fuerzas superiores que nos permitirán liberarnos y nos mostrarán las soluciones a futuro.

Entonces al momento de sentirnos diferentes, al sentirnos pesados, al sentirnos inestables podemos orar de la siguiente manera:

En el nombre de El Cristo, permito que mis emociones fluyan libremente al lugar que les corresponde.
Repetimos tres veces hasta lograr serenidad.

Es una oración maravillosa.
Muy efectiva.

Interesante es recordar que para evitar que se formen dichos bloqueos hay que mantenerse en alerta percepción y novedad, observándonos a sí mismos descubriendo  al “yo psicológico” causa de tales enfermedades energéticas, como por ejemplo: culpa, miedo, posesión, inseguridad, ira, frustración, resentimiento, odio, angustia; causantes únicos de los estados de enfermedad auto inducida.


Atentamente
Erick Bojorque
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