Verdaderos diques energéticos…los bloqueos emocionales.
Saludos cordiales.
Una palabra de rechazo…
Un acto soez…
Un recuerdo debilitante…
Una situación de mucha identificación…provocan los bloqueos
emocionales.
Un bloqueo emocional es la incapacidad de la persona para
hacer conciencia en una situación tal.
Dicha incapacidad es el producto de la identificación
psicológica.
Identificación repetitiva cada más incomprensible.
El detonante, la gota que llena el vaso, la enfermedad en
sí, se da cuando el cuerpo físico no resiste más.
Entonces no existe medicina que pueda con los dolores, la
fiebre, la insensibilidad, la picazón, las neuralgias, el entumecimiento, la
rigidez, los calambres, la parálisis.
La persona ve como su cuerpo se deteriora paulatinamente y
en casos extremos de forma inmediata.
Las visitas a los
terapeutas no solo que no funcionan sino que agravan el problema con efectos
colaterales y sensaciones de duda e inestabilidad.
El tiempo no ayuda. Las vacaciones tampoco.
Cuando el ser humano se identifica, es decir no asimila en
conciencia un evento incomprensible, como la soledad, el abandono, la muerte,
el abuso, la debilidad, la presión, entonces las emociones por efectos
energéticos, congestionan los circuitos energéticos vinculados con tales
sentimientos, ocasionando que el cuerpo y su Maestro Interno generen “interrupciones
energéticas”.
Estas interrupciones impiden el paso de energía sucia para “salvar”
los órganos vitales o los miembros produciendo un proceso similar a la “muerte”
Esto produce dolor, inflamación y poco a poco la pérdida
total o parcial de las facultades de la parte afectada.
Un efecto “natural” de defensa energética se vuelve en
contra de sí.
La solución es sencilla ya que fueron creados
energeticamente y por nosotros mismos.
Frente a una enfermedad energética, sanación energética.
Frente a sí mismos los causantes, sí mismos la alternativa.
Para eso, aparte de nuestro propio trabajo, podemos recurrir a fuerzas superiores que nos
permitirán liberarnos y nos mostrarán las soluciones a futuro.
Entonces al momento de sentirnos diferentes, al sentirnos
pesados, al sentirnos inestables podemos orar de la siguiente manera:
En el nombre de El Cristo, permito que mis emociones fluyan
libremente al lugar que les corresponde.
Repetimos tres veces hasta lograr serenidad.
Es una oración maravillosa.
Muy efectiva.
Interesante es recordar que para evitar que se formen dichos
bloqueos hay que mantenerse en alerta percepción y novedad, observándonos a sí
mismos descubriendo al “yo psicológico”
causa de tales enfermedades energéticas, como por ejemplo: culpa, miedo,
posesión, inseguridad, ira, frustración, resentimiento, odio, angustia;
causantes únicos de los estados de enfermedad auto inducida.
Atentamente
Erick Bojorque
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