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jueves, 11 de noviembre de 2010

Teoría de la Ventana Rota.

James Q. Wilson - George L. kelling.
"Ventanas Rotas"
The Atlantic Monthly.
1982.





"En 1969, en la Universidad de Stanford (EEUU), el Prof. Phillip Zimbardo realizó un experimento de psicología social. Dejó 2 autos abandonados en la calle. Eran 2 autos idénticos: la misma marca, modelo y hasta igual color. Uno lo dejó en el Bronx, por entonces una zona pobre y conflictiva de Nueva York y el otro en Palo Alto, una zona rica y tranquila de California. Dos autos idénticos abandonados en dos barrios con poblaciones muy diferentes y con un equipo de especialistas en psicología social estudiando las conductas de la gente en cada uno de estos sitios.

Resultó que el auto abandonado en el Bronx comenzó a ser "canibalizado" . En pocas horas perdió las llantas, el motor, los espejos, la radio, etc. Todo lo aprovechable se lo llevaron, y lo que no, lo destruyeron. En cambio el auto abandonado en Palo Alto se mantuvo intacto...

Es muy común atribuir a la pobreza las causas del delito. Es esta atribución en la que coinciden las posiciones ideológicas más conservadoras (las de derecha y de izquierda). Sin embargo, el experimento en cuestión no finalizó ahí. Cuando el auto abandonado en el Bronx ya estaba deshecho y el de Palo Alto ya llevaba una semana impecable, los investigadores rompieron un vidrio del automóvil de Palo Alto...

El resultado fue que se desató el mismo proceso que en el Bronx y el robo, la violencia y el vandalismo redujeron el vehículo al mismo estado en que quedó el del barrio pobre. ¿Por qué el vidrio roto en el auto abandonado en un vecindario supuestamente seguro era capaz de generar todo un proceso delictivo?

Aquí no se trataba de pobreza. Evidentemente, era algo que tenía que ver con la psicología humana y con las relaciones sociales.

Un vidrio roto en un auto abandonado transmite una idea de deterioro, de desinterés, de despreocupación que va rompiendo códigos de convivencia, como de ausencia de ley, de normas, de reglas, como que vale todo. Cada nuevo ataque que sufría el auto sin que alguien se preocupara del mismo, reafirmaba y multiplicaba esa idea, hasta que la escalada de actos, cada vez peores, se
volvía incontenible, desembocando en una violencia irracional.

En experimentos posteriores, los profesores James Q. Wilson y George Kelling desarrollaron la "Teoría de las Ventanas Rotas", la misma que desde un punto de vista criminológico, concluye que el delito es mayor en las zonas donde el descuido, la suciedad, el desorden y el maltrato son mayores.

Si se rompe el vidrio de una ventana en un edificio y nadie lo repara, pronto estarán rotos todos los demás vidrios del edificio. Si una comunidad exhibe signos de deterioro y esto no parece importarle a nadie, entonces allí se generará el delito.

Si se cometen "pequeñas faltas" (estacionarse en un lugar prohibido, exceder el límite de velocidad o pasarse una luz roja) y las mismas no son sancionadas, entonces comenzarán faltas mayores y luego, delitos cada vez más graves. Si se permiten actitudes violentas como algo normal en el desarrollo de los niños, el patrón de desarrollo será de cada vez mayor violencia y cuando estos niños sean adultos; ya que de niños "aprendieron" que esa actitud era "normal" y/o "correcta"; entonces actuarán de manera delictiva, pero teniendo la certeza de que esos actos NO SON ILEGALES.

Si los parques y otros espacios públicos deteriorados son progresivamente abandonados por la mayoría de la gente (que, muchas veces, deja de salir de sus casas por temor a las pandillas), esos mismos espacios abandonados por la gente son progresivamente ocupados por los delincuentes.

La Teoría de las Ventanas Rotas fue aplicada por primera vez a mediados de la década de los ´80 en el Metro de Nueva York, el cual se había convertido en el punto más peligroso de la ciudad. Se comenzó por combatir las pequeñas transgresiones: graffitis que deterioraban el lugar, suciedad en las estaciones, ebriedad entre el público, evasiones del pago del pasaje, pequeños robos y desórdenes. Los resultados fueron evidentes. Comenzando por lo pequeño se logró hacer del Metro un lugar seguro... Es decir, si se combate un delito pequeño se evita el desarrollo de un delito mayor...

Posteriormente, en 1994, Rudolph Giuliani, alcalde de Nueva York, basado en la Teoría de las Ventanas Rotas y en la experiencia del Metro, impulsó una política de "'tolerancia cero". Es decir, combatir a fondo aún los delitos considerados menores...

La estrategia consistía en crear comunidades limpias y ordenadas, no permitiendo transgresiones a la ley y a las normas de convivencia urbana.

El resultado práctico fue un enorme abatimiento de TODOS los índices criminales de la ciudad de Nueva York.

La expresión "tolerancia cero" suena a una especie de solución autoritaria y represiva, pero su concepto principal es más bien el de la prevención y promoción de condiciones sociales de seguridad. No se trata de linchar al delincuente, ni de incentivar la prepotencia de la policía, de hecho, respecto de los abusos de autoridad debe también aplicarse la "tolerancia cero".

De lo que se trata NO es aplicar "tolerancia cero" frente a la persona que comete el delito, sino aplicar "tolerancia cero" frente al delito mismo. Se trata de crear comunidades limpias, ordenadas, respetuosas de la ley y de RESPETAR los códigos básicos de la convivencia social humana"

Saludos cordiales.
Las apariencias engañan.
"En la cadencia del verso se esconde el delito"
SAW
Un barrio puede ser hermoso y la gente maravillosa, pero basta un vidrio roto para ocasionar el caos y el vandalismo.
El ego tiene múltiples formas de distracción.
En un momento es espléndido y en otro destructor.
Las teorías van y vienen, pero en el fondo del asunto, los seres humanos no podemos dejar de ser los mismo bárbaros de siempre.
Samael Aun Weor dice que mientras en nuestro interior exista la causa de la violencia, la causa de la anarquía, la causa de la guerra; la vida seguirá siendo la misma. Podremos ocultarnos tras bellos ropajes, vivir en delicadas mansiones, hablar con rimbombantes palabras, pero en nuestra ciudad psicológica seguiremos siendo unos delincuentes de la peor calaña.
La "tolerancia cero" ha de darse y con resultados beneficiosos en nuestro propio mundo psicológico.
Cambiar el exterior no lleva a ninguna parte.
Cambiar el interior nos lleva a la liberación.

Atentamente
Erick Bojorque

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Erik!
Como siempre maravilloso tu aporte.
Gracias por compartir.
Luz y Amor, Ni Nut

Erick Bojorque Pazmiño dijo...

Saludos cordiales.
Ni Nut.

Muy agradecido por tus armoniosas palabras.

Atentamente
Erick Bojorque

Anónimo dijo...

Saludos Erick

Da igual la apariencia, si en nuestra esencia hay violencia, sólo puede salir violencia, puesto que no podemos dar algo que no tenemos.

Gracias por el artículo, muy muy interesante

Mariam

Erick Bojorque Pazmiño dijo...

Saludos cordiales.
Mariam.

Muy amable por tus palabras.
Bienvenida estimada amiga.

Atentamente
Erick Bojorque

Patty dijo...

Que bonito su Blog.... saludos

Erick Bojorque Pazmiño dijo...

Saludos cordiales.
Patty.

Que gusto...estimada amiga.
Muchas gracias.

Atentamente
Erick Bojorque

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